A LA ÚLTIMA | EL RINCÓN DE...
Aroa Gimeno
Actriz. Trabaja en la serie televisiva '700 euros, diario secreto de una Call Girl'
DIANA ARRASTIA
La grabación de un trabajo para televisión y su posterior emisión a veces se separan demasiado en el tiempo. Tanto que después de la serie 'SMS' (La Sexta) a Aroa Gimeno la hemos visto antes en 'Amar en tiempos revueltos' (TVE) que en '700 euros, diario secreto de una call girl' (Antena 3). Una intensa trayectoria la de la actriz, marcada por un comienzo fortuito.
«Estaba acompañando a un compañero en el 'casting' de 'SMS', me vio Luis San Narciso y me hizo una prueba. Yo era de las que creía que esas cosas no ocurren, pero la vida me lo puso ahí». Después de nueve intensos meses de trabajo, Aroa Gimeno necesitó digerir su buena suerte con dos profesores de interpretación, pero pronto volvió a la carga. «Hice un capítulo en 'Cuenta atrás' y despues salió '700 euros'. Quedaron muy contentos con mi trabajo y me llamaron para el personaje de Maribel en 'Amar en tiempos revueltos'. Éste es un proceso de sembrar, hasta que un día recoges».
Ahora y con una «mayor madurez interpretativa», como ella reconoce, protagoniza cada martes la serie '700 euros'. «Me gusta la humanidad de las tramas y que cada personaje tiene una historia propia y, a la vez, todo se mezclaba con Luna (Mercé Llorens), la protagonista. Además, no se está mostrando la prostitución como carnaza, sino con elegancia y Mapi Laguna, la directora, ha creado una serie hecha desde el punto de vista de la mujer».
Una de esas prostitutas de lujo es su personaje en la serie. «A Cristina se la va conociendo poco a poco. Es una niña descarriada que tuvo un accidente con su hermana gemela en el que ésta murió. Ella se siente muy culpable y se ha metido en la prostitución para hacerse daño a sí misma y a su familia».
En contraste con la oscuridad de su personaje, Aroa Gimeno y su gata Nena 'practican' la claridad en su casa. «Me gustan las cosas 'claritas' y combinar lo claro con lo oscuro. El rojo, el negro y el blanco juntos me encantan, porque me parece que dan mucha luz». Tanta como la que tiene la propia casa y que entra a través de unos amplios ventanales con vistas, junto a los que la actriz ha ubicado un enorme sofá que se dobla en la esquina del salón, hasta recorrer dos de las paredes, decoradas con fotografías de flores y piedras.
Luce especialmente la que ha colocado como cabecero de cama. «Me recuerda las puestas de sol que he visto desde muchas playas, en Ibiza, en Lisboa. Me acuerdo de muchos atardeceres».
La casa de Aroa Gimeno oculta una segunda altura, a la que se accede a través de una trampilla instalada en el techo. «El rincón de los rincones», en palabras de la actriz. «Cuando lo vi, ya en seguida me dije 'voy a hacer un 'chill out'' y al tener una 'camita', cuando tengo invitados, viene estupendamente. También suelo hacer reuniones con amigos o, cuando me agobio de estar en el salón, me subo aquí con un libro o con el portátil».
Especial cariño siente por un hada de la suerte que compró en el pueblo de Morella (Castellón) durante el rodaje de la película 'El amanecer de un sueño', de próximo estreno. Mucha curiosidad le despertó un insecto disecado en el interior de un rectángulo de plástico. «Estaba en casa de mi madre y, cuando fui a verla, me tiré como una semana mirándolo».
El Mundo
